Entrenamiento 2

Caminaba hacia el bosque del clan senju… Este es un enorme bosque con árboles realmente gigantes, prácticamente no dejaban pasar la luz del sol hacia el suelo.
Hay es el lugar donde realizaría un entrenamiento masivo, debido a que dentro de poco se realizarían los exámenes chunnin y no quería esta fuera de forma.
A pesar de que la luz prácticamente no llegara al suelo, el día estaba muy lindo y tranquilo, entre los gruesos troncos de los árboles corría una dulce brisa que refrescaba el calor del bosque.
El entrenamiento que haría llevaría mucho tiempo, pero si lo lograba hacer, sería un ninja esplendido, tal y como lo era mi padre y sensei Arumagedon.
- Comenzaré de inmediato –
Dije con entusiasmo.
- Si lo que me dijo Arumagedon-sama es verdad si hago clones y cada uno de ellos entrena por separado, cuando los clones desaparezcan el conocimiento se conjugara en mí –
Digo mientras permanezco parado junto a un árbol. Dejo una mochila que tenía algunas cosas deliciosas para comer mientras hacia mi entrenamiento. Iba a estar algunos días en ese lugar, por lo que debería llevar algunas cosas como agua y comida, para tener mientras entrenaba así n tenía que perder el tiempo en buscarla.
Comencé con la primera parte de mi entrenamiento, me senté en el suelo con las piernas cruzadas, justo donde daba un rayo de sol que lograba pasar a través de las tupidas copas de los árboles.
Este entrenamiento consistía en conectarme con la naturaleza de mí alrededor a través de mi chakra. Coloque mis manos sobre las rodillas, y comencé a meditar recordando lo que me había dicho Arumagedon-sama
- Si logras conectar tu chakra con la naturaleza, esta será tu arma, tu escudo, y tus ojos, tu eres el hijo y como tal debes reclamarla –
Inhalaba por la nariz y luego exhalaba muy lentamente por la boca, esto ayudaba a bajar las pulsaciones de mi corazón, y me relajaba a un punto muy alto, eliminando la tención de mis músculos, olvidado inclusive de los latidos de mi corazón.
Pasaron unas 3 horas así. El único movimiento que había hecho en todo ese tiempo era mover mi red de chakra hacia todos lados fuera de mi cuerpo. Desde afuera se veía como emanaba chakra de mi cuerpo, pero luego volvía a entra. Como la sangre recorre todo el cuerpo para luego volver al corazón, mi chakra recorría todo el bosque, entrando y saliendo de los árboles, hojas, ramas, arbustos de toda el área para luego volver hacia mí y comenzar el recorrido nuevamente.
Esta era otra manera de entrenamiento, me estaba haciendo parte de la tierra, de los árboles, de la hierba, de la naturaleza en sí. De repente mi chakra cambia su color característico y adopta un color blanco fantasmagórico, y no solo eso sino que también por momentos este comenzaba a brillar repentinamente, como aquel día el árbol, según Arumagedon, nací yo. Brillaba y luego paraba, brillaba y paraba de nuevo.
En ese estado yo ya no era consiente, mi mente no se encontraba en mi cuerpo sino que volaba por los rincones más perdidos del bosque. Se sentí como si yo fuera el bosque en ese momento, como si yo fuera el corazón y me chakra su sangre.
Me sentía totalmente a gusto de repente una vos comienza a hablarme al oído, era una vos dulce como el néctar de una flor en primavera.
- Itsuki…. –
Me decía la vos, pero yo no le podía contestar por alguna extraña razón las palabras no salían de mi boca, ni mis ojos podían abrirse, era como si esa extraña fuerza que producía la voz no me lo permitiera.
- Sabes… yo soy quien te trajo a este mundo, te he traído por una razón… quiero que termines con la guerra, quiero que haya paz, en cada guerra la naturaleza sufre innumerables daños, animales, plantas, humanos, ninjas, todos sufren pérdidas. Pero no se detiene. Pero no pienses que estas solo en esta misión. –
Hablaba de forma muy pausada, y a pesar de que no la podía ver se notaba que hablaba con una sonrisa en su rostro. Tenía un tono profundamente maternal, el cual me gustaba mucho. Luego continúo hablando:
- Te explicaré algo querido Itsuki: Cada árbol, cada pasto, cada hierba, cada hoja, cada flor, pose una energía muy pequeña, dependiendo del tamaño que tenga. Esta energía es inútil pata cualquier mortal… pero tu Itsuki, tu eres especial, y tienes el don de usar esa energía cuando te sea necesario. Mira te mostraré un poco de ella –
Luego de decir esto siento como una mano se apoya en mi hombro derecho he instantáneamente siento como una energía extraña llenaba mi cuerpo. Mis ojos que estaban cerrados se abren estrepitosamente y una luz blanca emana de ellos como de una linterna se tratase al igual que de mi boca. Mi cabeza se va hacia adelante, toda esa energía sentía que venía de cada rincón del bosque, de cada árbol, de cada hoja, de cada célula.
Pero que era tan extraño poder, luego de unos segundos me daba cuenta de que mi chakra estaba brillando con un resplandor distinto al que ya había visto, este era continuo y mucho mayor.
Por último agrega la voz que al parecer era de una mujer:
- Úsalo cuando lo necesites solo tienes que decir Shizen y conectar tu chakra con la naturaleza como hisistes hace un rato, pero ten cuidado que tan inmenso poder acarrea responsabilidades y consecuencias, por cierto mi nombre es… Shizen… Y soy tu…. –
Antes de que terminara de hablar se apagan mis ojos para luego cerrarse y caigo inconsciente en el suelo de espalda, mientras todo el chakra vuelve a mi lenta y perezosamente.
Me desperté unas horas más tarde, con un gran cansancio y casi sin chakra, mi cuerpo se sentía totalmente fatigado como si hubiera estado haciendo ejercicio por días… Pero recordaba igual el gran poder que había corrido por mi venas, fue como si me red de chakra se agrandara muchas veces. Esto comprobaba que lo que había vivido no era un sueño, sino que había pasado en la realidad.
Luego de haber vivido eso me quede pensando decidí sacar algo de mi mochila y poner a comer. Me acosté debajo de un árbol y quede dormido, me sentía extraño por lo sucedido, no entendía mucho pero esperaba que no fuera nada malo.
Me levante a la mañana, unas gotas de agua me tocaban el rostro por lo que suponía que el día no estaba lindo antes de abrir mi ojos. Efectivamente el día no estaba nada lindo, no era nada que ver a lo que había sido el día anterior. El cielo estaba cubierto de nubes y se estaba apuno de largar a llover, las primeras gotas ya se habían largado y caían a toda velocidad, cada vez más de ellas y luego más, hasta que se convirtió en un diluvio. Una cantidad de agua realmente impresionante caía del cielo. Pero esto no haría que mi entrenamiento quedara atrás. Sino que representaba otra dificultad a pasar.
Me saque mi chaqueta y quede solamente con mi torso desnudo al aire. Coloque chakra en mis pies y corrí en dirección a un árbol, mi velocidad había aumentado desde mi último entrenamiento.
Luego de subir hacia la rama de un árbol hice sellos y digo
- Mokuton no jutsu –
Luego de apoyar las manos sobre el la rama la cual era de un ancho considerable, del árbol al cual la rama estaba unida salen otras que a su vez impactan contra otros árboles los cuales mucho de ellos, terminan en el suelo, mientras que otros de mayor tamaño apenas se mueven un poco hacia un lado.