Mision de rango D (Limpia la casa)

por **Senji Kiyosama** 04/04/12, 04:58 am

Era una mañana fría, las calles estaban vacías, ningún comercio abierto, excepto algún que otro restaurante. Senji se despertó con mucha hambre -Ayer no cené mucho, no tenía apenas apetito- piensa con mala cara - Aunque desayunaré más de lo normal, así lo compensaré- y se empezó a reír. Cogió una camiseta y encima se puso su guardapolvos de cuero, como de costumbre. Abrió la puerta trasera para ponerse a entrenar,pero al abrirla, un frío descomunal entró por ella. -Madre mía, que frío hace, me tendré que abrigar un poco más hoy-se dijo así mismo- Aunque, si entrenó, entraré en calor y así no tendré frío- y volvió ha abrir la puerta. El entrenamiento no duró más de media hora. Entró en la casa agotado. Las gotas de sudor recorrían su cuerpo. Se dirigió hacia la despensa, pero se dió cuenta de que no tiene nada para comer. -Mierda, me imagino que algún restaurante estará abierto, o sino, me moriré de hambre- bromeó. Por suerte, el único restaurante abierto era el de la pobre anciana que cocinaba ramen con sus dos hijos mayores de edad. Al entrar, un calor recorrió el cuerpo de Senji. - Muy buenos días señora, ¿que tal le va la mañana?- exclamó - Buenos días joven, pues no tenemos muchos clientes, el frío ha hecho que las personas se quedasen en sus casas durmiendo- dijo con pena - Bueno, anímese, me podría poner ramen, si es posible- -Por supuesto chico, invita la casa- y se le escapó una mueca. Al ver el plato de ramen, a Senji se le hizo la boca agua -Muchas gracias por la comida- y comenzó a comer. Aquel manjar no le duró apenas 2 minutos, se lo acabó en un instante. - Bueno, ahora si me permite, tengo que irme ha hacer una misión. He de ordenar y limpiar la casa del un señor rico que esta de viaje en el País del Hierro. Muchas gracias por todo- y salío del establecimiento.
El contraste de temperatura al salir del lugar afectó a Senji - Me gustaría quedarme allí dentro, calentito- y observó la casa que se veía de lejos. Tendría unos cuatro pisos. Las paredes estaban pintadas de un color bermellón, con ventanas abiertas de par en par. El portón podría medir unos cinco metros. Al llamar, me atendió una chica joven de unos veinte años, rubia, de ojos azules claros y de pelo largo. -Buenos días, ¿que desea?- dijo un poco sonrojada- Buenas, he venido ha realizar la misión que me encargaron. Tengo que ordenar esta casa antes de que venga el señor- expuso- Perfecto, pues le explico como están organizadas los pisos- Y e subieron al primer piso- Aquí tenemos la cocina, y las habitaciones de los sirvientes- y siguieron subiendo- Aquí tenemos el gran salón, donde nuestro señor descansa, como podrás observar, esta muy desordenado- y prosiguió.- En la tercera tenemos la zona de ocio, y el gimnasio - Su señor tiene un bue gusto al poner un gimnasio en su casa- exclamó Senji riendo. -Y por ultimo, aqui tenemos las habitación del señor. Esta al fondo de este pasillo. Le deseo suerte con la limpieza, señor....- Senji, Senji Kiyosama- Pues le deseo suerte, señor Kiyosama- y se despidió.
-Bueno, me tendré que poner en marcha. Espero que no me lleve muchas horas, hoy necesito cenar bien- pensó y comenzó a ordenar y limpiar.
Tras horas y horas trabajando, Senji acabó de limpiar toda la casa. Bajó al recibidor sudando, sin camiseta.
-Bueno, ya terminé el trabajo, ¿Cuando llegará el señor?-
-Pues el señor llegara dentro de 5 minutos.
Pero al levantar la cabeza, observó a Senji. La cara de la chica adquirió un tono rojizo al ver su torso al descubierto.
-¿Que pasa?¿Te encuentras bien?- comentó un poco confuso.
-Si si, tranquilo, no me pasa nada. Me imagino que tendré un poco de fiebre.
De repente, las puertas de la casa de abrieron. Por ella, entró un señor de unos 48 años, bajo y con poco pelo.
-Buenos días Tsubaki. ¿Quien es este señor que esta en mi recibidor semidesnudo?- preguntó.
-Señor este es Senji Kiyosama, ha terminado de limpiar su casa por completo- expuso la chica.
-¿Eres tu? Veo que te gusta también el gimnasio chico, estas en plena forma- exclamó- Bueno muchas gracias por ordenar mi casa, tu recompensa te llegará en breve.
Senji salió por la portón. El cielo estaba despejado y un gran Sol se alzaba en el cielo. Ya no hacía frío. Las calles estaban abarrotadas de personas. Se dispuso a dar un paseo hasta llegar a su casa. Fue un día bastante ajetreado.